INFLUENCERS AL CONGRESO

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Por : Misael Cadavid

La democracia no tiene límites y de eso se trata,de poder acceder  a los escenarios de poder sin abolengos previos y mucho menos sin tener la preparación  academica que exige por ejemplo un cargo de bajo nivel en la función pública. 

Durante la posesión del nuevo Congreso apreciamos unas escenas que sirve como abrebocas de lo que tal vez nos espera en las deliberaciones en el legislativo,muchos de los nuevos congresistas actuaron como si aún estuvieran haciendo activismo en las redes Sociales.

Al fin y al cabo,muchas curules en el Congreso se las ganaron,haciendo una alegoría a la crítica despiadada,esa que vista como oposición es muy fácil de hacer y que de paso gana muchos adeptos.

El activismo político perse  es un mecanismo de homeostasis democrática,pero  que esperar de un congreso cooptado por influéncers y activistas ? 

La respuesta no puede ser sesgada bajo un tema de orientación política.Pertenezcan a cualquier espectro de las ideologías políticas,los miembros del Congreso de la República tienen responsabilidades superiores,tal vez las más importantes en el sistema democrático. 

Esas responsabilidades exigen preparación académica,conocimiento del estado, concentración y trabajo duro. 

La dinámica parlamentaria es de duras jornadas, en las cuales se analizan los proyectos de ley que transformarán las realidades sociales del país.

La mayoría de estos proyectos se llevan largos días,incluso semanas de estudio y análisis. 

Es una verdad de perogrullo  que muchas conductas parlamentarias han merecido el rechazo ciudadano, pero es también verdad que, hasta ahora, el Congreso y sus integrantes han tenido la seriedad de estudiar los proyectos que ante ellos se presentan, y hacerlo con un grado aceptable de conocimiento 

,disciplina y responsabilidad.

El nuevo Congreso estará conformado en buena medida por gente que viene del activismo, y, muy especialmente, del activismo de redes sociales. 

Sería infame desconocer su elección, ganada dentro de las reglas de la democracia. Pero sí es preocupante si tienen o no la disciplina y la disposición de trabajo que exige la dinámica legislativa.Estar sentado desde el teclado de un celular trinando,es totalmente diferente al nivel congresional que exige el país.

El activismo de redes sociales tiene otras  características,allí no hay tiempo para leer ni para pensar; la concentración se pierde súbitamente y la deliberación juiciosa se reemplaza por los “me gusta”.

Los mensajes son veloces y su condición de éxito no es que sean transformadores  o colmados de apreciaciones técnicas o científicas,sino que lleguen rápido a las emociones y provoquen un like o un retweet, después del cual posiblemente el tema se esfuma en la red.

Difícil imaginar a las personas que viven de esta dinámica dedicados a estudiar línea por línea todos los proyectos de ley que pasan por sus escritorios.

Otro aspecto que se debe tener presente es que en el activismo de las redes sociales no hay deliberación, esa característica fundamental que exige la democracia,simplemente  hay una cantidad de comentarios variopintos que en la mayoría de los casos pasan por apreciaciones circenses y cantinflezcas unas veces y otras llenas de odio y miedo.

En el activismo de redes sociales se lanzan mensajes explosivos 

,muchos que se tambalean por la fina línea de la injuria y la calumnia o en el mejor de los casos por el desconocimiento profundo del tema objeto del activismo;no hay confrontación de ideas, sino competencia de quién tiene más interacciones o quién logra posicionar un hashtag. 

Hay motivos suficientes para preocuparse,pero también hay una oportunidad para que se luzcan con un trabajo juicioso y estudioso de los temas que serán objeto de las grandes transformaciones que requiere el país y que no pasen por el congreso sin pena ni gloria.Les llegó el momento de legislar que dicho sea de paso no es nada fácil,para no decepcionar o decepcionarse de los intríngulis propios de una democracia.

Bienvenidos al congreso de los influencers!

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