Estallido turístico

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Por: Gustavo Álvarez Gardeazábal

Han llegado a mis manos varios escritos sobre la interpretación que se dio a la avalancha turística que invadió algunos pueblos de Antioquia durante las fiestas de fin de año. 

Habíamos tenido noticia de la congestión en Guatapé y de la falta de agua potable que se dio en los momentos cúspides en ese lago, cuando llegaron, en un solo día, no menos de 90 mil personas a atiborrar.

Ahora leo el último número del periódico mensual del municipio de Concepción, el bellísimo poblado paisa en donde las ánimas del purgatorio resultaron ser las dueñas de la iglesia principal. Allí encuentro testimonios y análisis sobre cómo fueron testigos de la avalancha turística y algunas propuestas que hacen para sacarle el máximo jugo a la nueva veta sin tener que maltratarla.

En La Concha, como llama el periódico, hay un sesudo artículo del historiador Luis Fernando Franco donde habla del impacto de ver a su pueblo, antaño tranquilo, cargado de charcos primorosos y senderos tentadores, lleno de pronto de vehículos invadiendo sus calles, los pocos restaurantes sin poder dar cabida y las bancas del parque y los andenes insuficientes para tanta gente y, unos días después, los charcos de paseo de olla, que tanto atrajeron jóvenes a acampar en el pasado, repletos de basura, mal cuidados, espantados en su belleza y frescura al no haber podido entender la magnitud de lo que se les vino encima y, lo que es peor, de no preverlo en las oficinas gubernamentales de Medellín o en las otrora emprendedoras empresas turísticas que manejaban los dizque siempre entucadores paisas.

Pero con más sensatez, Ossman Salazar, otro columnista del periódico mensual de Concepción, pregunta con desfachatez si alguien sabe cuántos habitantes tiene el pueblito o si alguna entidad pública o privada puede decir cuántos turistas recibiría en un fin de semana sin que colapse.

Por supuesto no creo que haya ni habrá respuesta, aunque todavía creamos que los antioqueños visionarios y conseguidores de billete deben haber estudiado ese mercado y medido la oferta.

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