En exclusiva: relatos de torturas y tratos crueles de algunos de los capturados por la Policía en el paro nacional

Totus Noticias
11 Min Lectura

Durante las manifestaciones que ya llevan 9 días en Colombia, algunas personas han denunciado múltiples violaciones por parte de la fuerza Pública hacia su integridad; ciudades como Cali, Medellín, Bogotá, Pereira han sido las más afectadas por este flagelo.

Encerrarlos en celdas de los CAI con gases lacrimógenos, golpearlos hasta dejarlos casi inconscientes y amenazar a las mujeres con violarlas hacen parte de la lista de maltratos que denuncian los manifestantes (una de ellos menor de edad) cuyo paradero fue desconocido durante horas después de ser llevados por la fuerza pública a unidades policiales.

Como saldo la Defensoría del Pueblo reporta al menos 87 personas fueron dadas por desaparecidas en el marco del paro nacional, Hoy organizaciones sociales reportaron que la cifra que tienen consolidada asciende a los 379 casos. La mayoría son jóvenes entre los 18 y 30 años que estaban en confrontaciones con el Escuadrones Móviles Antidisturbios (Esmad).

Las redes sociales, durante estas largas noches, han estado inundadas de letreros de “se busca” y mensajes desesperados de familiares indagando por el paradero de sus seres queridos. Políticos, periodistas, organizaciones y artistas con miles de seguidores se han dedicado a replicar los mensajes hasta que alguien anuncia que “ya apareció”. Según la Defensoría del Pueblo, al menos 47 de las personas reportadas como desaparecidas ya están en sus hogares. De las otras apenas se está verificando su paradero.

En medio de esas circunstancias, este diario logró contactarse con las familias de 15 personas reportadas como desaparecidas en las redes sociales. Todas están con sus familias, pero muchas con graves heridas.

Sus relatos están llenos de torturas y tratos crueles e inhumanos que vieron o padecieron por parte de los agentes del Estado que los capturaron en medio de la protesta. La mayoría no quiso hablar ni resguardando su identidad para esta publicación. El miedo se ha robado sus palabras y ahora solo esperan recuperarse de las horas de horror que vivieron. Solo tres de ellas aceptaron contar algunas de las arbitrariedades que, según estas personas, resistieron mientras estuvieron desaparecidas.

Tortura y tratos crueles

A Valezshka de la Hoz no le importa decir su nombre. “Al revés, yo quiero denunciar, yo no me voy a dejar meter miedo”, asegura. Como miles de personas en Barranquilla salió a marchar porque está en desacuerdo en la manera como se está gobernando el país. “Yo estaba el lunes 3 de mayo, en la circunvalar. Ese día estábamos con un colectivo de mujeres llamado Matronas. ¿Por qué salimos? por unas reformas que no queremos, el asesinato de líderes sociales, el hambre, el robo constante del Gobierno y la brutalidad policial. Esa última es la razón que más nos motiva ahora”.

Mientras caminaban, un grupo de encapuchados empezaron a apedrear un local comercial. Aunque los marchantes les gritaron que se fueran, el Esmad llegó y les lanzó gases lacrimógenos a todos, sin distinción. “Intentamos correr al barrio más cercano que se llama Las Gaviotas. Había como 200 motorizados para un pequeño grupo de personas que corríamos a pedir ayuda a la gente del barrio. Les tocábamos las puertas diciéndoles que nos iban a pegar, que por favor nos ayudaran y nadie nos abrió. Con las personas con las que estaba encontramos unas escaleras que daban a un segundo piso y creíamos que estábamos a salvo, pero ellos llegaron. Nos dijeron que bajáramos, que supuestamente no nos iba a pasar nada”, relata Valezshka.

La joven sacó su celular y comenzó a grabar sin que la policía se diera cuenta. Uno de los uniformados la descubrió y advirtió que tuvieran cuidado con ella, que mejor la subieran al camión junto con otra mujer. “Pero esa otra muchacha se opuso y los policías la empezaron a golpear”. Valezshka, aterrorizada, no opuso resistencia.

Mientras tanto, en cada cuadra subían a más manifestantes al vehículo no sin antes quitarles sus pertenencias. Los hombres estaban muy golpeados. “A otros hasta les robaron sus celulares, la única herramienta para comunicarse”, denuncia Valezshka. Luego comenzaron con preguntas y afirmaciones intimidantes: “¿Por quién van a votar: por (Álvaro) Uribe o por (Gustavo) Petro? Ustedes son unos vándalos, por culpa de ustedes nos tenemos que quedar hasta tarde, por su pendejada”.

Pero no todos tuvieron la misma suerte de Valezshka. Andrés Quintero*, de 19 años y quien también fue reportado como desaparecido, hoy se está recuperando de los golpes que recibió de la Policía. Su historia comenzó el 4 de mayo a las 7:00 p.m. cuando salió a marchar en Bosa Piamonte, una localidad al sur de Bogotá.

Estaba con un grupo de personas y señala que, de repente, unos marchantes desconocidos, que lo acompañaron durante un buen tiempo, se fueron en su contra y empezaron a lanzarle gases lacrimógenos.

“Habían infiltrados que nos tiraron gases de diferentes puntos y salidas. Nos comenzaron a rodear y taparon las salidas que teníamos.

Nosotros comenzamos a reaccionar buscando salida y enfrentándonos contras los del Esmad, pero nos cogieron. A mí y a un grupo de jóvenes. Nos cascarón (golpearon), nos llevaron a un CAI, no sé cuál era exactamente”, cuenta Andrés, quien prefiere no identificarse con su nombre real. Las personas que lo capturaron no tenían uniformes ni identificaciones. Y el vehículo al que lo montaron era un camión negro que no tenía símbolos de la Policía.

Cuando llegaron al CAI los juntaron con otros jóvenes gravemente heridos. A todos los patearon en repetidas ocasiones: “El que hablara, gritara, llorara o cualquier sonido que hiciera, le cascaban otra vez”. El peor momento, recuerda, fue cuando encerraron a varios en una celda y les lanzaron gases lacrimógenos. “Lo hicieron para asfixiarnos. Solo nos apartaban cuando ya veían que estábamos caídos, en las últimas”, relata el estudiante.

No pudo identificar a los policías. En ese momento, Andrés solo intentaba buscar cómo escaparse o llamar a algún familiar o amigo para que lo sacara de allí, donde los golpes no cesaron en toda la noche.

Los mismos tratos crueles e inhumanos recibió Aranceli Ramírez*, una menor de edad reportada como desaparecida en Bogotá, en la noche del 5 de mayo. Su madre, desesperada, pidió ayuda a través de Facebook y Twitter para encontrar a su hija de 15 años que estaba a las 6:30 p.m.  Aranceli apareció tres horas después de la difusión de los mensajes.

En su cuenta de Facebook asegura que los policías la llevaron a un CAI, donde le golpearon en las costillas y los senos.En el momento en el que lanzaron los gases lacrimógenos, me alzaron, me metieron en una patrulla y me llevaron a un CAI. Me quitaron el celular, la plata que llevaba. En eso les volví a decir: ‘Tombos hijos de puta’, y me empezaron a pegar en la cara y, mejor dicho, donde me cayeran los golpes”.

A través de sus redes sociales, porque se quedó sin celular, le contó a Colombia 2020 que en la unidad policial tuvo que ver cómo torturaban y maltrataban a otros jóvenes. A ella la golpearon tanto, que uno de los policías intervino porque le parecía excesivo. “Ahí me alejaron, pero siguieron trayendo más personas, muy jóvenes. La mayoría estaba gritando, pidiendo que nos dejaran salir. Estaban golpeando a los hombres, y a los que no llegaban con algo de valor les empezaban a pegar sin razón alguna”. También hubo denuncias de posible violencia sexual: “A todos los estaban requisado, incluso hasta llegaron a decir que si las mujeres tenían relaciones (sexuales) con ellos, nos soltaban”.

En Medellín algunas personas desaparecidas aún no han sido identificadas

Según la reportes preliminares de la Secretaria de Inclusión social y Derechos Humanos, De los 43 casos de desaparecidos en las marchas, seguimos con la Ruta de búsqueda urgente de 32 personas. Ya 11 jóvenes aparecieron y están con sus familias.

La secretaria explicó que un equipo de psicólogos, forenses y abogados hacen acompañamiento en la activación de esta ruta, debido a que, una vez aparecen, son acompañados a hacer la denuncia respectiva para que las autoridades esclarezcan los hechos.


“La competencia que nosotros tenemos desde la Subsecretaría de Derechos Humanos la estamos haciendo y es trabajar con el CRUE, Personería, con URI, CTP, Procuraduría, líderes sociales y organización sociales, que es muy importante porque ellos nos dan la información, son los que están en el territorio, son los que nos dan esos hechos precisos y nos permite acompañar las familias y coadyuvar en esa búsqueda de la verdad en esas desapariciones”, detalló Gómez.

En el Hospital General de Medellín se dio u informe de personas que han sido reportadas como desaparecidas:

Noticia en desarrollo…

Cuadro de comentarios de Facebook
Comparte este artículo