En Defensa de Alex, En Defensa de la Libertad

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Por: Federico Senior

Todos los que me leen, bien saben de mi seria animadversión hacia la familia Char, a sus prácticas monopolísticas, a sus entuertos, a las para mí pésimas administraciones tanto del delfín, como de sus cortesanos; no tengo ninguna queja personal contra ningún miembro de esa familia, es más hace treinta años fui el Director de obra de la remodelación del Sao de la 53, y jamás tuve la más mínima queja ni de ellos, ni de nadie vinculado con las Empresas Char, en honor a la verdad diría que recibí un especial trato, digo esto, para que no parezca que cuando escribo sobre ellos y, despotrico sobre lo que no me gusta de sus actuares, no obedecen tales posiciones a venganzas o retaliaciones, para nada, en aquella época comenzaba apenas la tarea política de los Char, conocí a Tarquino Pacheco, nos convoco a mí y al personal de la obra, nos dio una charla sobre lo que estaban pensando en ese momento, y obvio nos invitó a todos a votar por él; la orden que me dieron fue clara, el que quiera votar por la lista de los Char, bienvenido, no se obligara a nadie a hacerlo y, así fue, de hecho eran otras épocas.

Dicho esto y, al ver hoy toda esa avalancha de noticias, memes y etcéteras acerca de la relación que mantuvieron Aida Merlano y Alejandro Char, no puedo más que sentir profunda repugnancia, pero no como estarán suponiendo los beatos y beatas, no, repugnancia por los que se regodean juzgando y censurando de mala manera tal actuar; me dan asco, de seguro que la inmensa mayoría de los auto nombrados togados, actúan en su vida baja la larga capa de la doble moral, no puedo aceptar que a nadie, aunque se tratara de mi peor enemigo, se le censure por tener una amante.

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¿Pero que es esto?, ¿el juicio final?, ahora bien, en este caso aparece una sombra y es la de las componendas en las que estuvo inmiscuida la Señora Merlano, esa es harina de otro costal, pero por lo que aparece en los medios, el joven Char no tuvo nada que ver con eso (puede que por otro lado haya muchos rumores y teorías), fue pasión, gusto, amor a la vida, entonces pregunto, en donde está lo malo, según entiendo en Barranquilla “todo el mundo” lo sabía, entonces, cual es el alboroto; Aida Merlano es una muy bella mujer, con una vida compleja, trasegar que la llevó a deslumbrarse con el brillo del oropel, victima o no, es una dama y, lo que haga con su vida personal, es su asunto y si ahí esta metido Alejandro Char, pues de igual manera esta en su pleno, absoluto, total e incuestionable derecho, de hacer con su vida, su cuerpo y sus deseos, lo que se le venga en gana.

Que pereza esta sociedad hipócrita y santurrona, atenazada entre normas morales que bien pocos cumplen y, que se ven obligados a ejercer los derechos de sus vidas, en las oscuras cuevas de la culpa, que estúpidos son, que estúpidos.

Cabe bien traer a colación, la famosa entrevista que le hacían a Gustavo Álvarez Gardeazabal, siendo Gobernador electo del Departamento de El Valle, cuando la periodista le pregunta que como iba a hacer para gobernar, si se sabía que él era un confeso homosexual, a lo que de sabia manera Gustavo le contestó “es que yo voy a gobernar con la cabeza, no con el culo”.

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No quiero que Alejandro sea presidente, quisiera que ellos se dedicaran a sus negocios y dejaran la política y sus entuertos, no me gusta la manera como manejan las cosas, pero de ahí a alegrarme por el cipote escándalo que le arman por haber tenido una amante, hay mucha distancia; creo en la libertad, en la absoluta libertad de los seres humanos, a hacer de sus vidas privadas lo que les plazca, así que por primera vez en mi vida, salgo en la defensa de Alejandro, de Aída y, por siempre, de todos aquellos que se gozan la vida entre sábanas ajenas, importando bien poco las normas de las aciagas religiones cristianas, que censuran el sexo como si se tratara de un delito.

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