Descubren en Chile una nueva especie hasta ahora desconocida de dinosaurio acorazado

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Recreación de la nueva especie de dinosaurio acorasado descubierto en Chile. Se cree que vivió hace 74 millones de años. Foto: EFE

Un grupo de investigadores de la Universidad de Chile halló en la región sureña de Magallanes un fósil íntegro con por lo menos 74 millones de años lo que sería una nueva especie de dinosaurio acorazado, el descubrimiento más importante de la paleontología chilena junto al Chilesaurus diegosuarezi.

El hallazgo se dio en una zona inhóspita cercana al Parque Nacional Torres del Paine, en un empinado cerro del Valle del Río de las Chinas, cuando en febrero del 2018 un grupo de paleontólogos extrajo con gran dificultad un bloque de roca con los restos del fósil expuestos.

Cuando intentaron identificar el espécimen los científicos Sergio Soto y Alexander Vargas se dieron cuenta de que hacía parte de un linaje de dinosaurio acorazado, que hasta ahora había permanecido desconocido. Lo más destacable fue la cola, que no se parecía a la de ningún otro ejemplar catalogado hasta la fecha, tenía forma de macuahuitl, un antiguo garrote usado por los aztecas.

Se calcula que este dinosaurio contaba con unas dimensiones cercanas a los dos metros y fue nombrado Stegouros elengassen, la primera palabra traduce cola techada y la segunda hace referencia a un monstruo acorazado de la tradición del pueblo tehuelche, originaria de esta zona del país.

Eslabón perdido

El principal autor del estudio, Sergio Soto, confirma que el Stegouros es un eslabón evolutivo entre las especies acorazadas y un linaje de dinosaurios más antiguos, porque solo tiene algunos de los rasgos de los aquilosaurios (especies acorazadas). “Tiene algunos rasgos parecidos a los estegosaurios, heredados desde un ancestro común con ellos, pero que otros anquilosaurios perdieron al evolucionar”, agrega.

Para los investigadores, este dinosaurio permite explicar y dar sentido a los acorazados que han sido encontrados en el hemisferio sur y también que los acorazados son el único linaje de dinosaurios que ha evolucionado de forma independiente tres tipos de armas en sus colas: las púas pareadas de estegosaurios, la maza de anquilosaurios avanzados, y el macuahuitl de Stegouros recién hallado.

con una nueva especie de dinosaurio acorazado tras hallar un fósil íntegro de 74 millones de años en la sureña Región de Magallanes, el descubrimiento más importante de la paleontología chilena junto con el Chilesaurus diegosuarezi.

El hallazgo, de alto impacto mundial y divulgado este miércoles, se produjo en una inhóspita zona cercana al Parque Nacional Torres del Paine cuando en febrero de 2018 un grupo de paleontólogos extrajo con gran dificultad un bloque de roca con restos fósiles expuestos en el empinado cerro del Valle del Río de las Chinas.

A medida que los equipos de trabajo removieron la roca se encontraron con un esqueleto prácticamente completo y con su zona posterior articulada, cuya mitad poseía siete pares de huesos dérmicos proyectados lateralmente que le daban un aspecto similar al un macuahuitl, el garrote de guerra utilizado por los aztecas.

Se reveló la existencia de un linaje hasta ahora desconocido de dinosaurios acorazados que, en este caso, incluía una cola que maravilló a los investigadores al no parecerse a la de ningún ejemplar catalogado a la fecha.

El extremo de su cola tenía una particular forma parecida al macuahuitl, temido garrote utilizado por los antiguos aztecas, una rareza que permitió identificarlo claramente como un nuevo tipo de dinosaurio acorazado.

Con una dimensión en torno a los 2 metros, la nueva especie fue nombrada «Stegouros elengassen»: denominación que, según explicaron los investigadores chilenos, se traduce como «cola techada» desde Stegouros, mientras que el término «elengassen» hace referencia a un monstruo acorazado de la tradición del pueblo tehuelche, originarios de la zona sur de país.

EL HALLAZGO

En base a estos datos, el equipo de la Universidad de Chile sostiene que el descubrimiento es una «Piedra Rosetta» de este grupo de animales prehistóricos, un hallazgo que permite explicar y dar sentido a la evolución de estos acorazados cuyos restos se han encontrado en pocas cantidades en el Hemisferio Sur.

El paleontólogo Sergio Soto, principal autor del estudio, señala que la investigación permitió determinar que el ejemplar se trataba de un anquilosaurio transicional, es decir, «un eslabón evolutivo entre los anquilosaurios (especie acorazada de dinosaurios) y otros linajes más antiguos de dinosaurios acorazados».

Con EFE

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