Una alimentación saludable es aquella que proporciona los nutrientes que el cuerpo necesita para mantener el buen funcionamiento del organismo, conservar o restablecer la salud, minimizar el riesgo de enfermedades, garantizar la reproducción, gestación, desarrollo y crecimiento adecuado, así lo establece el Ministerio de Salud Nacional.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la nutrición es uno de los factores más importantes para reducir la probabilidad de desarrollar o contraer enfermedades, para esto es necesario llevar una ingesta adecuada de alimentos variados que aporten los nutrientes necesarios.
La entidad establece 5 claves para llevar una alimentación saludable, entre estas están: ingerir las mismas calorías que el cuerpo consume, consumir más alimentos vegetales, dejar de lado las grasas, reducir la ingesta de azúcares y minimizar el consumo de sal y sodio.
Por otra parte, existen otros factores que influyen en la forma en que el cuerpo procesa los alimentos y absorbe los nutrientes como el horario de las comidas; pues lo recomendable es comer a la misma hora siempre, la cantidad de comidas diarias; que deben ser mínimo tres y maximo seis y los grupos de alimentos que consumes a diario.
Según el portal Advocate Health Care, “las dietas saludables incluyen las vitaminas y minerales que nuestros cuerpos necesitan para que funcionen y se mantengan saludables. Además, una dieta saludable proporciona suficientes calorías para darnos la energía que necesitamos para vivir cada día”.
Sin embargo, existen algunos alimentos que su consumo excesivo puede generar graves problemas en la salud como la hipertensión arterial, aumento de la glucosa y el colesterol, entre otras enfermedades cardiovasculares.
La OMS explica que existen cinco tipos de alimentos en específico que son especialmente perjudiciales para el ser humano y se deben evitar para no promover el desarrollo de ciertas patologías, estos alimentos son:
Gaseosas y otras bebidas azucaradas.
Grasas Trans. (Galletas, pasteles, etc.).
Azúcar refinada y adicionada.
Grasas saturadas. (Mantequilla, queso, helado, etc.).
Glutamato monosódico.
¿Qué le sucede a mi organismo si dejo de consumir azúcar?
Aunque el azúcar en sí misma no es del todo mala, su alto consumo, sobretodo en presentación refinada, puede traer consecuencias graves. Estos son los efectos que tiene tu cuerpo cuando dejas de consumir azúcar.
Mayor saciedad
Según el portal Soy Vida, “cuando se consume azúcar, se suprime una hormona llamada leptina, que es la encargada de enviar señales al cerebro de qué hay saciedad”; por ello, cuando se deja su consumo, además de generar sensación de saciedad más rápidamente, también tiene otros beneficios indirectos como una mejor tendencia de la pérdida de grasa en cintura y vientre.
Previene la aparición de cálculos renales
Según una investigación de la Universidad de Harvard, las personas que consumen más azúcar de lo normal tienen un aumento del 25% en el riesgo de sufrir cálculos renales, por lo que limitar el consumo de bebidas y alimentos con azúcares refinados reduce este riesgo.
Mayor protección del corazón
El portal Mejor con Salud explica que “las dietas con una carga glucémica alta han sido relacionadas con el mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiacas”, por esto, evitar el consumo de azúcares refinados es una forma de cuidar el corazón y controlar los niveles de triglicéridos.
Reduce la ansiedad
De acuerdo con diversas investigaciones, el azúcar no sólo altera los niveles de energía, sino que también altera las hormonas como la insulina. Con el tiempo, estas fluctuaciones dejan los niveles hormonales en desequilibrio e impiden cumplir su función normal.
Fuente: Colombia.com
