Gustavo Álvarez Gardeazábal

Uribe ya no corcovea – Crónicas de Gardeazábal

Por: Gustavo Álvarez Gardeazábal El juicio al que ha sido convocado el expresidente Álvaro Uribe tiene tanto de largo como

Se salvaría Gorgona – Crónicas de Gardeazábal

Por: Gustavo Álvarez Gardeazábal La isla de Gorgona es un invaluable bien ecológico de la nación. A algún chafarote se

Los ricos también… patinan – Crónicas de Gardeazábal

Por: Gustavo Álvarez Gardeazábal Cali eligió a Alejandro Eder confiando en que, como provenía de familias adineradas, bajo su mandato

Se les dijo y se les advirtió – Crónicas de Gardeazábal

Por: Gustavo Álvarez Gardeazábal No hay nada más deprimente para gentes como yo que el comprobarse profeta. Siento tal desilusión

Va a llover mierda al zarzo – Crónicas de Gardeazábal

Por: Gustavo Álvarez Gardeazábal La reacción inmediata del gobernante cuando recibió el varapalo de la comisión senatorial que le archivó

La dignidad por un Rolex – Crónicas de Gardeazábal

Por: Gustavo Álvarez Gardeazábal Grotesco, aunque de todas maneras fellinesco, el espectáculo que desde el Perú le dan al mundo.

ACUARELA DESBARATADA – Crónicas de Gardeazábal

Por: Gustavo Álvarez Gardeazábal. Los defensores a ultranza del paisaje de Cartagena lograron su cometido cuando eligieron alcalde al antiguo

Fico vende el sofá – Crónicas de Gardeazábal

Por: Gustavo Álvarez Gardeazábal El perfil de Fico Gutiérrez, el alcalde coitofóbico, cada vez se hace más y más parecido

Orinando fuera del beque – Crónicas de Gardeazábal

Por: Gustavo Álvarez Gardeazábal Cuando Colombia era la dueña de Panamá, construyeron en 1855 un ferrocarril entre los puertos de

Petro igualito a Laureano – Crónicas de Gardeazábal

Por: Gustavo Álvarez Gardeazábal Petro cada vez se parecen más a las que Laureano Gómez acostumbró al país desde 1923

A PETRO NO LE GUSTA NADA – Crónicas de Gardeazábal

Por: Gustavo Álvarez Gardeazábal Una de las razones para predicar el cambio es que algo no guste. En el caso

La próxima cagada – Crónicas de Gardeazábal

Por: Gustavo Álvarez Gardeazábal El país, obnubilado en su pánico histérico a una Constituyente, no ha podido darse cuenta de

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