Las autoridades han develado la historia de un presunto asesino en serie en Bogotá. El sospechoso, un joven venezolano de 21 años, José Leonardo Quevedo Turizo, se encuentra bajo custodia después de una intensa investigación llevada a cabo por la Policía Nacional, la Fiscalía General y las unidades adscritas a homicidios de la Sijin-Mebog.
La historia comienza con el trágico asesinato del médico oncólogo José Luis Santamaría Castillo, de 33 años, cuyo cuerpo fue encontrado en su apartamento en la localidad de Chapinero.
Los investigadores descubrieron heridas en el cuello y en el pecho de la víctima, y también tuvieron que extinguir un incendio provocado en el lugar. Estos hechos inusuales y perturbadores llamaron la atención de los medios de comunicación y generaron especulaciones en torno a la muerte.
Sin embargo, ocho meses después de la tragedia, la justicia finalmente llegó para la familia de Santamaría. El 26 de mayo de 2023, la Policía Nacional anunció la captura de José Leonardo Quevedo Turizo, a quien se le imputaron dos homicidios y se están investigando otros tres casos más.
La policía sospecha que Quevedo Turizo seleccionaba a sus víctimas en la comunidad LGTB+ y establecía vínculos sentimentales con ellas antes de robarles y luego asesinarlas.
El teniente coronel Luis Roberto González Olmos de la Policía Metropolitana de Bogotá declaró que el asesinato del médico fue el primer caso que condujo a la investigación que finalmente identificó a Quevedo Turizo como un asesino en serie. Según González Olmos, el sospechoso incendió el lugar del crimen para borrar las pruebas y complicar la investigación.
Además descubrieron que Quevedo Turizo solía frecuentar bares donde observaba y seleccionaba a sus víctimas. También utilizaba las redes sociales para contactarlas y citarlas en lugares específicos de la ciudad.
Una vez ganaba su confianza, establecía relaciones sentimentales que le permitían acceder a las residencias de sus víctimas. Sin embargo, en la intimidad, lejos del bullicio de los bares, el sospechoso las intimidaba y agredía hasta causarles la muerte.
Después de su arresto, se llevaron a cabo registros y allanamientos en el lugar de residencia de Quevedo Turizo, donde se encontraron prendas utilizadas en los crímenes y objetos robados a las víctimas. Aunque la evidencia presentada por la Fiscalía General de la Nación era contundente, el sospechoso se declaró inocente y no aceptó los cargos imputados en su contra.
