Por: Federico Senior
Y después nos preguntamos de qué porque estamos como estamos, saber que Gustavo Petro ganará las elecciones para presidente, no es ya tarea de pitonisas, para nada, las encuestas así lo muestran, peor aún, cada vez están más lejos los candidatos “demócratas” de las cifras de Petro.
Así es, ¿derrotismo? claro que no, es la realidad, es a lo que nos vamos a tener que acostumbrar de aquí en adelante y, a rogar para que el próximo gobierno, de izquierda, sea uno bueno (casi que imposible, pero con rogar no perdemos nada), que a Petro se le ocurra usar el sentido común, un poco de lógica y no destruya lo poco que de democracia, de economía y de libertad aún tenemos.
¿Porque un deplorable personaje como Gustavo Petro, está a punto de acceder a la presidencia de la República y al parecer de manera contundente?, no es por sus promesas, ni por lo que muestran los logros de su gobierno como Alcalde de Bogotá (un total y absoluto desastre), ni por su “palmares” como Congresista (no hay una sola ley propuesta por el hombre), no, Petro será presidente solo por dos razones, una, es él, el instrumento que la gran mayoría del pueblo tiene para aplicarle una sonora y dolorosa cachetada al “establecimiento” corrupto, inclemente, indolente, abusador, injusto, ladrón, insensato, fatuo, irreverente, impopular y, muchas veces salvaje, asesino, cruel, vulgar, prosaico y casi, por no decir siempre, repugnante, así ha sido nuestra clase política, nuestra clase empresarial dominante y, hoy, el pueblo agarra la resbalosa (por grasienta y escurridiza) figura de Petro y apabullan al “establecimiento” con su decisión de venganza más que de intención de cambio, defecándose en él.
La otra (razón), es el triste y frustrante epílogo del fatídico período Uribista, de la historia de la nación. No pudo ser peor lo que nos ha sucedido, el Expresidente Uribe fue un desastre, si tuviéramos que resumir sus gobiernos, el relato solo sería un largo y lamentable recuento de hechos terribles, punibles y anti democráticos, de pésima administración del tesoro público, de decenas de miles de contratos, prebendas y favorecimientos, de olvido del pueblo, de suprimir derechos adquiridos de la clase trabajadora (horas extras, festivos), ni se diga del tema salud y, peor aún ni mencionemos la interminable lista de implicados, condenados o prófugos de la justicia de sus más cercanos colaboradores y, el largo etcétera que todos conocemos, rematados por las bellezas de endilgarnos al pusilánime vende patria de Santos y al casi idiota de Duque.
Este último, no se puede catalogar con menos, como el paradigma de la mediocridad, el horror de gobierno, plagado de funcionarios menos que inútiles, peor que ridículos, igual plagado el período como el de la consolidación del acaparamiento del poder en todas sus ramas, repulsivo, indignante lo que hicieron para acomodar sus fichas (léase borregos) en los cargos de control, Fiscalía, Procuraduría, Defensoría, por ejemplos, haciendo todo esfuerzo humano, por hacer una pésima gestión, con la cual, después del insoslayable precedente del resultado de la segunda vuelta electoral del 18, no hizo más que reafirmar la posición sólida e imbatible, del tenebroso hombrecito de Ciénaga de Oro.
Y, para rematar ahora sí, nos sale la espantosa Procuradora, la Señora Cabello, con el chistecito de hoy, suspender de su cargo al Alcalde de Medellín, personaje éste de la más recalcitrante izquierda, mucho más amenazador que Petro, más peligroso, su imagen de niño bueno, con esposa bonita, bebes recién nacidos, no son más que Brujas malas disfrazadas de hadas (como en el cuento de Hansel y Grettel), y, retomo, sale esta Señora a volverlo en un instante, un héroe, una víctima del gobierno, de Duque, un mártir que por ser Petrista están tratando de acabarlo, pero por favor, quien controla a esta vieja demente, ¿Quién?, no dizque era ficha de Duque, como le van a servir en bandeja de oro a Petro, la posibilidad de reclutar indecisos en el único sitio en donde Federico Gutiérrez tiene mayoría, dictando una sentencia que ella bien sabe que no puede hacer, suspendiendo del cargo a alguien que fue elegido por el pueblo, que no puede ser depuesto salvo por acción judicial, ¿es que no recuerda lo que pasó con San Ordoñez, como la estupidez de este vejete pseudo cura, encumbró a Petro y lo llevó hasta las puertas de Casa de Nariño?, ¿Qué Quintero está metido en política?, claro que sí por favor, todos, de Duque para abajo, todos hacen política, pero el problema no es que no se sindique y se actúe en contra de los amigos, el problema es que con esta acción están elevando a los altares de los sacrificados a un personaje, nefasto como Quintero y le están regalando miles o centenas de miles de votos, de esos que son venganza más que raciocinio, al Señor Petro.
Pobre mental la Señora, raya en la estupidez su decisión, trata de morigerar tan absurdo hecho, suspendiendo al pobre alcalde de Ibagué, inocente víctima, que barbaridad y, lo peor es que éste ha sido el común denominador de la manera como ha gestionado su período el presidente Duque.
Mi posición política, y mi poca experiencia me indican que lo que se nos viene para encima va a ser terrible, pero al menos y de un tajo, nos vamos a liberar del funesto Clan Uribe y su cuerda de áulicos que nos han traído contra nuestra voluntad a bordo del carro de la mezquindad, hasta el borde del precipicio.P.D: Ya se pronunció Petro sobre la decisión de la Procuradora: “nos va a hacer ganar”…. Vieja estúpida….
