“Asesinados por la Policía”: el crudo informe del Washington Post sobre las protestas en Colombia

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Foto: Colprensa-El País-Raúl Palacios

El diario estadounidense recogió testimonios y evidencia en video de los abusos que habrían cometido uniformados contra los manifestantes durante las protestas de los últimos días.

Son cuatro momentos que presenta de manera detallada el diario estadounidense The Washington Post sobre la muerte de jóvenes manifestantes a manos de la fuerza pública durante las protestas en Colombia, que estallaron el pasado 28 de abril.

Santiago Andrés Murillo, Brayan Fernando Niño, Joan Nicolás García y Marcelo Agredo Inchima, los nombres de estas cuatro víctimas mortales que el informe periodístico analiza con la ayuda de videos y testimonios para reconstruir lo que pasó con ellos y la responsabilidad de la Policía en estas denuncias.

El primer caso que expone esta publicación de The Post es el de Marcelo Agredo de 17 años, quien murió tras recibir un disparo en su espalda en las protestas del 28 de abril en el barrio Mariano Ramos de Cali. “Alrededor de 12 segundos en el video, Agredo y algunos otros corren hacia un oficial solitario que intenta alejarse en una motocicleta. Se puede ver a otros oficiales parados más atrás. Un oficial en la intersección levanta lo que parece ser un arma y dispara hacia los manifestantes. Agredo se lanza hacia el oficial en la motocicleta y lo patea en la espalda”, cuenta el diario.

Sobre los disparos que lanza el policía, ese medio consultó al experto Brian Castner, analista de armas del Equipo de Crisis de Amnistía Internacional quien les dijo: “Definitivamente es munición real, basada en el perfil de sonido y el momento de los disparos”. Uno de esos disparos cayó en la espalda de Marcelo Agredo quien se desplomó al instante como lo dejó ver una cámara de seguridad de la zona.

El pasado 13 de mayo, la Fiscalía General de la Nación imputó cargos de homicidio agravado al patrullero Luis Ángel Piedrahita Hernández, el policía que disparó contra Marcelo Agredo. “De acuerdo con la investigación y el material de prueba recaudado, el uniformado al parecer accionó su arma de dotación contra un adolescente de 17 años, después de que este supuestamente lo golpeó con el pie. Debido a la gravedad de la herida el joven falleció”, dijo el ente acusatorio.

The Washington Post también analizó el caso de Santiago Murillo, de 19 años, quien murió en Ibagué tras recibir un tiro en su pecho. Cuenta el diario que mientras una multitud corre, muy cerca del lugar donde vivía el joven, “se escuchan unos 10 disparos en un lapso de unos 15 segundos, según un análisis de Castner. La fuente de los disparos no es visible en el video”.

Este 19 mayo, la Fiscalía General de la Nación dijo que tiene pruebas suficientes para demostrar que un mayor de la Policía fue quien disparó y causó la muerte de Santiago Murillo.

De acuerdo con el ente investigador, el uniformado disparó contra el joven quien caminaba tranquilamente por una zona de la ciudad. Además, se supo que cuando Murillo recibió el impacto del arma de fuego, sus amigos pidieron ayuda a la Policía, pero no fue asistido.

El tercer caso que analizó The Post con el apoyo de videos fue el de Brayan Fernando Niño Araque, de 24 años, quien murió en medio de protestas del 1 de mayo en Madrid (municipio de Cundinamarca). “El video verificado por Human Rights Watch muestra un vehículo blindado con la palabra ‘Policía’ en un costado que se dirige hacia un grupo de manifestantes que huyen. Trece segundos después del video, la policía dispara lo que parecen ser botes de gas lacrimógeno”, detalla el informe.

Esa munición disparada chocó contra el rostro del joven que murió minutos después. “El video gráfico muestra a un grupo cargando a Niño, con el ojo derecho ensangrentado y el cuerpo flácido. En un comunicado a The Post, las autoridades dijeron que la causa de la muerte fue un arma afilada”, señaló el diario estadounidense.

Tras la muerte del joven, se supo que en la tanqueta se encontraba el mayor de la Policía Javier Arenas, quien había acudido al llamado de sus compañeros cuando él se encontraba en el sector de Cartagenita, en modo preventivo, pero se trasladó hasta allí tras los actos vandálicos contra sus compañeros.

El último caso en ser analizado por el diario The Post fue el de Joan Nicolás García Guerrero, quien desde Cali salió a protestar desde el 28 de abril. De hecho, ese día le escribió a su mamá: “Tenemos que tener una guerra civil, es dolorosamente triste, pero cierto”. El joven que pertenecía a la primera línea, murió en la madrugada del 3 de mayo.

“En la esquina superior derecha del encuadre, se puede ver a un grupo de hombres, incluido García Guerrero, caminando hacia una pared de gas lacrimógeno. Un par de segundos después, se puede escuchar un solo disparo. García Guerrero cae. Otros se lo llevan”, detalla el medio que analizó el video de este caso.

“Estaba abrumado por sus frustraciones y enojo. Le gustaba su país y no quería ser subyugado por nadie. Tomó la decisión de ir al frente y lo mataron. Ellos lo mataron”, le dijo la madre de Guerrero a The Post.

El alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, confirmó que Nicolás, era hijo de su primo, que era un buen muchacho, sostuvo el mandatario.

En la plataforma Grita de Temblores ONG, dispuesta para denunciar los abusos de autoridad, se han documentado 2.378 casos de violencia policial —excluyendo los ciudadanos en condición de desaparecidos—, entre las 6 a. m. del 28 de abril y las 12 a. m. del 17 de mayo. De los 2.378 casos de violencia policial figuran 43 homicidios, al parecer perpetrados por la fuerza pública.

Tomado de: Infobae.com

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